Estos apuntes intermedios, que originalmente no estaban previstos para el blog, surgen por una necesidad doble. Por una parte, la de algunos lectores que me comentaron que extrañaban la info de mi lejano boletín D@tos y la de otros, los más recientes, que leían con devoción las crónicas de la cuarentena, esas que terminaron llamándose estacosa.
Por la otra, estaba mi necesidad de compartir. Porque escribir a veces es como hacer un rico postre, querés que tus amigos lo prueben. Me pasa lo mismo cuando voy a un restaurante que me gusta o si miro una serie entretenida o una obra de teatro que me parece que vale la pena. Esto explica por qué, de vez en cuando, voy a intercalar D@tos, como antes. Espero que los disfruten.
Entonces, si van a encender el televisor, una comedia argentina entretenida es «El misterio de la felicidad». Hay capítulos nuevos de los clásicos tele novelones que no se pueden dejar como «Virgin river. Un lugar para soñar» o «Chesapeake shores». Son saludables porque viene bien fugarse de la dura realidad a mundos ideales donde las flores nunca se marchitan y el pasto está siempre bien cortado. «Woo, una abogada extraordinaria» es en parte una más de abogados. Lo que la diferencia es que la protagonista padece trastorno autista lo que de ninguna manera le impide ser genial a la hora de resolver casos. Todos por Netflix.
En teatro vi un musical imperdible, impecable por donde se lo mire: «Come from away» es el relato de lo que ocurrió en Gander, una pequeño pueblo canadiense cuando su población se vio duplicada debido a que varios aviones, impedidos de aterrizar en NY por el atentado a las torres, bajaron allí de en emergencia. Una delicia, en el Maipo. «Los perros», en El Picadero es una comedia dramática sobre la incomunicación familiar. Muy buen elenco, buen ritmo, para pensar un poco.
Si se trata de comer bien, volví dos veces a «Cang Tin», de Dorrego 2214, CABA. No me falló, la comida viet/thai sigue siendo buenísima a precios lógicos. También regresé, después de unos cuantos años de impasse, a la parrilla «Marucha», de 11 de septiembre 3702, CABA, para corroborar que la atención sigue siendo impecable y la carne extraordinaria.
En cuanto a un paseo un poco diferente, visité en La Boca la exposición «Laberintos» en la Fundación Proa. Interesante, completa, no dejen de ver entera la proyección de la primera sala con un texto delicioso de Umberto Eco. Además, toda la zona está linda, bien cuidada, segura y vital. Un placer en un día de sol como me tocó. Me quedó por visitar el depósito de elementos del Teatro Colón, en la otra cuadra.
Una aclaración al pie:
Con este texto estoy por probar el envío de correo. Mi esperanza es que los haga entrar en octogeniales.com , que les encante y decidan suscribirse.
Pero… si alguien recibe esto y le molesta, por favor antes de borrarlo devuélvalo con la palabra desuscribir en el asunto. Desde ya pido disculpas, no volverá a ocurrir.
Me detengo porque esto ya parece el Gato con explicaciones de Les Luthiers.